El proyecto con Ripley: De residuos a nuevos productos

Esta es una historia sobre cómo se podría aplicar la economía circular a lo grande dentro de los próximos años. 

Mientras vivíamos el climax de desabastecimiento de mascarillas por la pandemia en mayo del 2020, recibo una llamada inesperada de Cristian Zegers. Cristian es un consultor de economía circular que dio con nosotros porque estaba desarrollando su consultoría para uno de los retailers más grande de Chile, Ripley. Él buscaba trabajar junto al departamento de sustentabilidad de este retail para posicionarlo como actor relevante en este tema, considerando la economía circular como eje fundamental de su estrategia.

Ripley es uno de los retails chilenos más importantes

La idea principal era crear un modelo en donde se pudiese utilizar plástico reciclado proveniente de las tiendas de Ripley. El proceso sería el siguiente: el plástico se recuperaría desde aparatos en desuso (como televisores, refrigeradores, y todo tipo de artículos electrónicos) para luego procesarlo y dejarlo listo para ser utilizado en impresoras 3D en forma de filamentos. Finalmente, con ese material se fabricarían productos decohogar para comercializarlos dentro de las tiendas de Ripley y por su ecommerce.

Como no podía ser de otra forma, la conexión fue inmediata. Ambos estábamos en la misma sintonía y queríamos empujar a las grandes empresas hacia la economía circular, por lo que comenzamos a pensar en cómo podría llevarse a cabo. Las condiciones no eran las ideales porque estábamos trabajando en el proyecto de #HackThePandemic y nuestros esfuerzos estaban enfocados en sobrevivir a la pandemia (ver aquí cómo fue esa experiencia). Aún así, al más puro estilo Qactus, nos lanzamos a la aventura.

Al comenzar las conversaciones conocimos al equipo de Ripley liderado por Andrea Oyarce, quien es la gerente de sostenibilidad en Ripley y que en todo momento tuvo la mejor disposición para que el proyecto se concretara. En una de la reuniones que tuvimos nos comentaron que el lanzamiento de la campaña era en un par de meses y necesitaban presentar al menos 20 productos nuevos (y cada uno en distintos colores!). 

Nosotros estábamos en pleno desarrollo de la NanoHack para HackThePandemic y los recursos disponibles eran muy limitados. Además de esto, teníamos gran parte de nuestras máquinas en muy mal estado por el uso intensivo que les estábamos dando. A pesar de todo esto, no perdimos la esperanza de sacarlo adelante.

¿Y qué era lo más increíble? Que teníamos solamente 1 producto diseñado que cumplía los requisitos para ser vendido en Ripley 😬👇

Hasta ese momento, la maceta era el único producto que teníamos diseñado y que podía venderse en un retail.

Armar un proyecto así con un retail no es una tarea fácil, ya que los tiempos y volúmenes que manejan las grandes empresas son muy distintos a lo que estábamos acostumbrados. Siendo honesto, el proceso fue extremadamente estresante y más de una vez quisimos tirar la toalla. Teníamos reuniones periódicas con Cristian Zegers, en las que nos alentaba a mantener la energía y a seguir adelante con el proyecto. 

Tuvimos acaloradas conversaciones internas sobre este proyecto y finalmente decidimos ponerle toda la energía que teníamos. Determinamos que había que poner foco extremo y armar un equipo de diseño para poder llegar ak kick off de la campaña.

Estando en esta situación fue que comenzamos a reclutar estudiantes de diseño de diversas universidades, con quienes diseñamos porta celulares, portavelas, floreros, adornos de mesa, adornos para el baño, cocina, dormitorio, para los muros, y un largo etcétera de productos decohogar. Esto fue una experiencia totalmente nueva, pues ninguno de los fundadores es diseñador y de un día para otro teníamos la tarea de diseñar toda una gama de productos.

De aquí salieron la MediaQ, el Qandelabro, los floreros Nébula y Batro, el Qlock, entre otros varios productos de los cuales algunos todavía existen y otros no sobrevivieron.

Enviamos las propuestas a Ripley y pasados unos días  nos confirmaron que estaban conformes para que lo lleváramos adelante. De alguna forma misteriosa, habíamos cumplido la misión.

La campaña que Ripley armó para este proyecto fue llamada Compromiso R. Tuvimos un boost de motivación adicional al ver que los rostros de la campaña eran reconocidas personas de la televisión chilena como Diana Bolocco, Martín Cárcamo y Denise Rosenthal.

La campaña estuvo por unas semanas en la portada del sitio de Ripley

Aprobados los diseños, decidimos darle un empujón adicional a la campaña y hacer una intervención en una de las tiendas físicas más emblemáticas de Ripley: la del Parque Arauco en Santiago. Fabricamos cientos de unidades repartidas entre todos los diseños para empapar de sustentabilidad el área de decohogar. La fabricación no fue fácil ya que el tiempo era acotado, pero lo logramos.

Esta foto la tomamos justo antes de entregar a Ripley. Muertos de cansados pero satisfechos con el resultado.

Teniendo los productos impresos, fuimos a instalar todo en la tienda. Pudimos conocer el tras bambalinas de Ripley, la entrega y montaje de los productos. Quisimos elevar el nivel y literalmente colgamos productos desde el techo para que nadie quedara indiferente.

Las macetas estuvieron colgadas desde el techo durante toda la campaña. Dejarlas ahí fue casi un deporte extremo.

El resultado fue maravilloso, una increíble experiencia de trabajar con personas que quieren empujar los límites de sus industrias hacia lugares que muchas veces parece imposible. Solamente nos queda agradecer a las personas que hicieron esto posible 🖤!

Aquí estoy yo con mi NanoHack en el Ripley de Parque Arauco en la inauguración de la campaña 😊

Cuando tomamos el proyecto no teníamos prácticamente nada y, al final, quedamos con toda una nueva familia de productos que se diseñaron en tiempo record.