El Consumo Responsable: ¿Comprar Productos Hechos en Chile o en China? 5 Puntos Importantes

El consumo responsable se ha convertido en una tendencia cada vez más popular en todo el mundo, y es un pilar fundamental en las estrategias de desarrollo sostenible. Se trata de una forma de consumo que busca reducir el impacto ambiental y social de nuestras compras a través de decisiones conscientes y de evitar el consumismo desmedido, con el objetivo de acercarnos cada vez más al futuro sostenible que buscamos.

Si estás aquí, de seguro que estás buscando formas para tomar decisiones de compra con un menor impacto sobre el planeta.

El consumo y la producción responsable es una de los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU.

Al hablar de consumo responsable, es inevitable comparar la producción local con la producción asiática. Vamos a utilizar a China como el "villano" de esta historia, pero quiero dejar claro que podemos estar hablando de otros lugares de Asia (como Bangladesh y Pakistán) y del mundo.

Entonces, ¿qué diferencias hay entre preferir productos locales versus los hechos en China? En este artículo, exploraremos los aspectos clave que debemos considerar al tomar esta decisión.

1. La huella de carbono
   
   

Uno de los factores más importantes a la hora de elegir entre productos locales o chinos es la huella de carbono asociada a su producción. Esta es la cantidad de gases de efecto invernadero que se emiten a la atmósfera desde que el producto comienza a hacerse en la fábrica hasta que llega a las manos del consumidor, lo que involucra las materias primas que se utilizan, la matriz energética que usa la planta de producción, la energía gastada en los procesos, el transporte, entre muchos otros.

Entre los mencionados, el factor que más diferencia hace entre la producción local y la china es el transporte. Un producto chino que se compra en Chile tuvo que viajar (literalmente) medio mundo para llegar a la tienda. Esto genera una cantidad enorme de gases invernadero debido a la quema de combustibles fósiles por parte de los vehículos que lo llevaron hasta ahí, que suele ser una combinación de camiones, barcos y aviones.

La mayoría de las cargas desde China viajan en estos barcos gigantes

Si bien es cierto que la fracción de la huella de carbono que representa el transporte depende del tipo de producto que estemos hablando, al preferir aquellos hechos localmente estamos reduciendo inmediatamente gran parte de la huella de carbono de nuestras compras, solo por el hecho de evitar estos traslados.

2. Mayor calidad
   
   

La producción local suele ofrecer mayor calidad en comparación con producción China principalmente por un tema de estándares. Los productos locales son fabricados considerando las normas y regulaciones locales, por lo que son más adecuados para esa realidad particular que lo ofrecido por los chinos.

Además, las autoridades locales pueden tener más control sobre la calidad por estar ubicadas en la misma zona geográfica. Esto les permite realizar un seguimiento más cercano del proceso de producción y asegurarse de que se cumpla con las exigencias del país o región. Estos son problemas típicos que se encuentras con las importaciones chinas porque no se conoce de antemano bajo qué estándares están hechos, los cuales pueden ser muy distintos a los que los consumidores de un cierto lugar exigen.

3. El impacto social
   
   

Este es un aspecto importante a considerar, ya que la industria chilena (en términos relativos) suele respetar los derechos laborales y el bienestar de los trabajadores, mientras que en China ha habido numerosos escándalos relacionados con la explotación laboral y condiciones precarias. Entre estos están los casos de Foxconn, Nike o Zara, por solo nombrar algunos.

Mira este breve documental sobre la fábrica de iPhones de Foxconn 👇

Por esto, al elegir producción local estamos contribuyendo a apoyar una industria que respeta los derechos laborales y el bienestar de sus trabajadores. Por el contrario, al comprar productos chinos estamos apoyando una industria que a menudo no cumple con normas éticas básicas.

4. Desarrollo económico local
   
   

La producción local puede fomentar el desarrollo económico de una zona o un país de diversas maneras. Una de ellas es la creación de empleo, lo cual no solo aumenta los ingresos de la comunidad, si no que también impacta directamente la calidad de vida de las personas. Además, esto conlleva a trabajar con proveedores locales, lo que fomenta la cadena de suministro local y crea más oportunidades de negocio para otras empresas cercanas, logrando así que el desarrollo se quede en casa.

Por otro lado, la producción local implica el pago de impuestos y el aumento de la actividad económica en la zona, lo cual puede ayudar a financiar servicios públicos y programas de desarrollo sostenible.

5. Menor generación de residuos
   
   

Aunque no sea tan evidente, el transporte de productos genera un montón de residuos, los cuales se multiplican a medida que las distancias recorridas aumentan.

Además de los gases invernadero, los vehículos que se utilizan para el transporte requieren todo tipo de piezas y consumibles que con un tremendo potencial de dañar el medio ambiente en caso de no ser correctamente manejados. Entre estos están los aceites, los lubricantes, los neumáticos, los filtros de aire y aceite, y una larga lista de químicos necesarios para el funcionamiento tanto de camiones, barcos o aviones. La probabilidad de que todo esto termine en la basura aumenta a medida que se recorren más kilómetros para transportar mercaderías.

Otra fuente importante de residuos son los envases y embalajes que se utilizan para proteger los productos durante el transporte, siendo el plástico el principal material. Como regla general, un mismo producto va a necesitar mayor protección si viaja de un continente a otro en comparación a si lo hace dentro de una misma zona, principalmente por las condiciones ambientales a las que estará expuesto.

Por último (pero no menos importante), el traslado de objetos va acompañado de un traslado de personas, quienes tienen que consumir un montón de cosas que van a generar residuos como envoltorios, botellas, etc.

Conclusión

El consumo responsable implica tomar decisiones informadas y conscientes al momento de realizar nuestras compras, sobre todo si nos interesa construir un futuro sustentable. Al elegir entre productos chilenos y chinos, debemos considerar una variedad de factores como la huella de carbono asociada, el impacto social o el impacto en el desarrollo económico de la zona.

Al final, esta elección dependerá de nuestras necesidades y preferencias personales. Sin embargo, es importante recordar que estas decisiones tienen un impacto real en el medio ambiente y en la sociedad. Elige con sabiduría.