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por Julien Hanna enero 30, 2023
Todos queremos un futuro donde los autos vuelen y la basura no exista. ¿Será esto posible? Seguro que sí, siempre y cuando hagamos las cosas bien dentro de los próximos años. Aquí te muestro cómo la impresión 3D puede jugar un importante rol en que esto sea posible.
El modelo de producción y consumo que ha predominado desde los años 50 ha sido el de una economía lineal basada en producir, consumir y desechar. Este modelo era maravilloso, ya que permitía el uso de materiales “desechables” que hacen innecesario preocuparse de los residuos que los productos generan. Fantástico! Hasta que consideramos que la tierra tiene recursos finitos, que la población mundial está en aumento y que cada plástico que se va a la basura estará dando vueltas en el ambiente al menos unos 100 años. Visto así, todo esto me parece una soberana estupidez.
La tecnología ha sido responsable de las más grandes transformaciones de la humanidad y estoy seguro de que este caso no será la excepción. Tecnologías como el internet de la cosas (IoT), BigData, o las Crypto Monedas prometen grandes cosas. pero hay una que ha estado presente desde los 80 y que está siendo cada vez más importante para el paso a la sustentabilidad: la impresión 3D.
La importancia de la impresión 3D en el mundo del futuro
La impresión 3D (también conocida como manufactura aditiva) es un proceso por el cual se crean objetos físicos añadiendo materiales capa a capa, usando un modelo digital como referencia. Todos los procesos de impresión 3D requieren que el software, el hardware y los materiales trabajen en conjunto. Esta tecnología puede utilizarse para crear todo tipo de cosas, desde prototipos y piezas simples hasta productos finales altamente técnicos, como piezas para aeronaves, edificios ecológicos, implantes médicos que pueden salvar vidas e incluso órganos artificiales que se producen con capas de células humanas.
Por ejemplo, en Qactus la utilizamos para hacer todo tipo de regalos corporativos con diseños únicos.
Una de las principales ventajas que presenta esta tecnología es que elimina muchos pasos innecesarios en la producción. Por ejemplo, ya no es necesario que un producto sea fabricado en un lugar y que luego tenga que atravesar un océano completo para llegar a las manos del cliente final (como cuando se fabrica en China). Ahora basta con diseñar el producto y con un click lo enviamos hasta el otro lado del mundo para que sea fabricado en una impresora 3D. Esto ahorra tiempo y esfuerzo en logística, evitando además quemar un buen montón de petróleo.
La flexibilidad de la tecnología permite que una sola impresora 3D pueda fabricar infinitos productos. Ya no son necesarias máquinas gigantescas que ocupan mucho espacio y que pueden hacer un solo producto. Ahora podemos tener una fábrica que produzca diferentes piezas, en distintos formatos y colores en un espacio reducido.
Desde el punto de vista de manejo de residuos también presenta ventajas. La impresión 3D utiliza materiales muy especializados, a los que se les puede dar trazabilidad de una forma relativamente sencilla. La lógica tras esto es que cada lugar en donde se imprime en 3D generará una cantidad relativamente baja de residuos que podrán ser tratados de manera local, en el mismo lugar donde se imprime o en polos que agrupen a varias instituciones que imprimen en 3D.
Sumado con lo anterior, los precios han bajado sustancialmente. Esto ha permitido que la impresión 3D esté cada vez más presente, lo que permite que se puedan fabricar objetos de forma descentralizada y distribuida.
Aquí les dejo algunos ejemplos de aplicaciones reales de la impresión 3D en la industria.
Esta es la combinación perfecta entre impresión 3D y cerveza. En la marca española Mahou apostaron por implementar tecnología dentro de su planta de proceso y, gracias a la impresión 3D, lograron disminuir sus costos en un 60%. Además, la capacidad de respuesta ante posibles incidencias mejoró notablemente al poder realizar el proceso de sustitución de determinadas piezas de manera interna, reduciendo así los tiempos de aprovisionamiento y aumentando, en consecuencia, la disponibilidad de las instalaciones industriales.
Acá va la revelación máxima. Voy a usar las mismas palabras de Mahou: “la fabricación aditiva presenta otras ventajas, como son el menor desperdicio de materiales en el proceso y la reducción de envíos de piezas través de los diferentes medios de transporte. Dichas ventajas conllevan, por tanto, un mayor respeto por el medio ambiente, en línea con el compromiso de Mahou San Miguel con el entorno plasmado en su nuevo Marco Estratégico de Sostenibilidad “Somos 2020”…”.
En este link puedes ver la noticia completa.
La industria aeronáutica ha adoptado la impresión 3D desde prácticamente sus inicios. Siguen de cerca cada paso que da la tecnología y su última incursión es en la manufactura aditiva en metales.
El año 2014, la empresa francesa Airbus ya estaba fabricando partes para sus aviones vía impresión 3D con metal. En esa época lograban reducir un 30% sus costos de fabricación, ya que si utilizaban formas de manufactura tradicional debían tomar 10 piezas distintas, soldarlas y hacerles un post proceso. Con la impresión 3D pueden fabricar la pieza en una sola etapa, ahorrando tiempo y material. En ese mismo periodo debían cambiar algunas piezas plásticas interiores del avión, pero el fabricante ya no estaba disponible. En solo dos semanas tomaron el diseño del repuesto, lo digitalizaron y fabricaron 100 piezas. Les recuerdo que esto fue hace más de 5 años.
Hoy Airbus está llevando la impresión 3D al siguiente nivel reduciendo costos, acelerando tiempos de respuesta, y disminuyendo el impacto ambiental. Están incursionando en la fabricación de piezas metálicas vía manufactura aditiva utilizando el diseño interno de la pieza para reducir su peso en un 45%. Con esto se espera que se dejen de quemar 3 toneladas de petróleo en un año, reduciendo 465 mil toneladas métricas de CO2, equivalente a producir 500 toneladas de pan.
La impresión 3D y la Economía Circular llegaron para quedarse, y estoy convencido que lo mejor (para el planeta) está por llegar. Si nos preocupamos de hacer las cosas bien (tanto las personas como las empresas), el sueño de ver un mundo sin basura y donde todo pueda reutilizarse una y otra vez podría hacerse realidad. Y tú, ¿crees que la economía circular y la impresión 3D crearán un futuro mejor? Déjanos tu opinión en los comentarios :)
Julien es el espíritu Boy Scout de Qactus. Va a todas con una mezcla única entre locura y profesionalismo.
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